Independientemente de la cultura y del país, todo funeral se realiza con un objetivo común: brindar la posibilidad a los dolientes de la persona fallecida de despedirse de su ser querido, expresar los sentimientos de amor y de admiración para que su alma y su espíritu, así como el individuo que fue en vida no quede en el olvido.
Sin embargo, a pesar de ello, los ritos y exequias fúnebres varían sensiblemente en cada nación y en cada cultura. De hecho, estas tradiciones tan variopintas dependen, en mucho, de las creencias y valores enquistados en cada sociedad.
El tema es muy versátil y daría mucho de qué hablar, quizás, tanto como para escribir un libro. Es más, ya existen obras que dan cuenta de un sinnúmero de tradiciones rituales mortuorias de lo más sorprendentes y curiosas.
Los cráneos vivientes de Bolivia
En los Andes bolivianos, se cree por tradición que las personas albergan dentro de sí a siete almas. Después de sobrevenido el fallecimiento de la persona, todas ellas, según, se dirigen hacia lugares diferentes. Una de las almas se enclava en el cráneo y tiene la capacidad de visitar, curar y proteger a los vivos en sueños.
Es por este motivo y no otro, que resulta curioso visitar los hogares de muchos bolivianos quienes guardan recelosamente en sus casas varios de estos cráneos protectores, acompañados de flores ornamentales diversas, casi siempre dispuestos en anaqueles o vitrinas colocadas para tal fin.
Funeral jazzístico al estilo Nueva Orleans
Nueva Orleans, en Estados Unidos de América, es la ciudad de la música, de la alegría y del color. De hecho, muchos de los cortejos fúnebres que se llevan a cabo allí, ostentan un perfecto equilibrio entre el dolor por la pérdida al son de una buena banda de músicos de jazz.
Si bien, al principio de las exequias el conjunto toca melodías lastimeras, una vez que el cuerpo inerte del fallecido ha sido sepultado bajo tierra, la banda cambia a un ritmo un poco más alegre y más optimista.
El baile, junto con la música, funciona a modo de catarsis, y también sirve para celebrar a lo que fue el difunto en vida.
Estos ritos funerarios son ampliamente conocidos a nivel mundial con el nombre de funerales de jazz de Nueva Orleans. Se trata de una de las imágenes más pintorescas que caracterizan a este sitio estadounidense, tan influenciado por las tradiciones de África Occidental, la cultura francesa y la propia Afroamericana.
Los parsis
Los parsis son una población india imbuida de la religión zoroástrica. Es esta una religión que sigue fielmente las enseñanzas de Zarathustra, profeta de origen iraní.
Esta comunidad conformada por unas 70.000 personas, desciende culturalmente del Imperio persa refugiado en la India entre el siglo VIII y el X tras la conquista árabe de la región.
El zoroastrismo se caracteriza y destaca por ser sumamente respetuoso con los cuatro elementos principales que rigen a la naturaleza, como lo son el aire, el fuego, la tierra y el agua. Por tal razón, se hacen este tipo de exequias tan particulares.
Colocan a sus difuntos en la parte más alta de la denominada Torre del Silencio, o Dakhma, una construcción de forma circular. Una vez allí dispuestos, los cadáveres son comidos por los buitres y los huesos quedan hechos polvo debido a su exposición a los rayos solares.
Se trata, pues, de una muestra inequívoca del respeto de los parsis hacia estos cuatro elementos primordiales, lo que no les permite sepultar bajo tierra a sus muertos, ni mucho menos incinerarlos o arrojarlos al mar, tal como se hace en otras culturas.
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