Una vez que los restos de un familiar fallecido descansan en un cementerio, es sumamente importante mantener el nicho y las lápidas en perfecto estado de conservación. Aunque no lo sepas, muchas de estas piezas llevan tiempo enclavadas en el cementerio y ameritan un plan de mantenimiento.
Para una conservación óptima de la sepultura, primero es necesario diagnosticar las posibles patologías que pueda tener la construcción, con tal de brindar la intervención más adecuada, según sea el caso.
Tipos de lápidas y su posterior conservación
Existen diversos tipos de lápidas, dependiendo del material en que se encuentren elaboradas. Las hay, por ejemplo, de granito natural. Estas son las que se encuentran con mayor frecuencia en las necrópolis de todo el mundo.
Para mantenerlas relucientes, lo más recomendable es utilizar siempre un paño suave y humedecido con agua para limpiar la superficie pulida y eliminar los rastros de polvo y suciedad acumulada por efecto del viento después de un tiempo.
Cómo limpiar el polvo incrustado en las imágenes esculpidas
Lo mejor que se puede hacer para eliminar el polvo en imágenes esculpidas es usar un pequeño pincel para apartar dichas acumulaciones. Incluso, tan solo soplarlas es mejor que utilizar productos químicos.
Si, en cambio, por efecto del paso inexorable del tiempo, tales esculturas ya han perdido su color natural, lo ideal para devolverles su colorido es usar betún negro, una crema para pulir zapatos.
El betún se debe aplicar con sumo cuidado, valiéndose de un cepillo de limpiar zapatos para ir limpiando las partes de la escultura que se hayan podido ir quedando más blanquecinas con el paso de los años.
También, se tiene que ser muy cuidadoso a la hora de pasar el cepillo cerca del repicado del fondo, ya que, si este se mancha con algo de esta crema negra, será muy difícil de eliminar.
¿Por qué un cementerio para los restos de un familiar fallecido?
Sin lugar a dudas, cada vez más los cementerios se han ido convirtiendo en lugares de destino turístico, debido, quizás, a lo impresionante de sus paisajes y de algunos de los hermosos monumentos que allí se albergan.
Sin embargo, todo ello precisa del cuidado y mantenimiento necesario. En el caso de los nichos y lápidas, son las propias familias quienes suelen encargarse de su limpieza.
Para poder conservarlas en perfecto estado es esencial tomar algunas consideraciones, como, por ejemplo, cuáles son los puntos en los que prestar una mayor atención.
De este modo, las lápidas de granito natural son las más recomendables debido a la enorme resistencia del material, que es el más durable y su limpieza es bastante sencilla de realizar. Tan solo basta con un trapo humedecido con agua.
En cuanto a las flores y plantas se refiere, aunque la mayor parte de las familias tratan siempre de mantener estos lugares lo más adecuadamente posible, es casi imposible que, si se trata de plantas naturales, estas no se marchiten y se pudran, reflejando al lugar de descanso eterno del difunto un aspecto descuidado.
Por eso, en este caso, lo mejor y más recomendable es la obtención y utilización de plantas artificiales, lo que le permitirá al recinto lucir a las mil maravillas durante todo el año.
Por último, debido a la incidencia de los rayos solares, la pérdida de color, tanto en fotografías como en los distintos elementos de la lápida es algo inevitable. Sin embargo, sí que se puede a minimizar sus efectos. Por ejemplo, en algunas de las piezas oscuras, se puede aplicar el mismo betún para ayudar a recuperar a parte de la fuerza perdida.
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