El proceso de cremación de un cadáver es por muchas razones una opción que ha venido ganando gran popularidad y adeptos en la sociedad actual, posee una serie de facilidades de todo tipo para los dolientes, e incluso suele ser una alternativa más económica.
Sin embargo, los familiares, sumergidos en un mar insondable de dolor y de duelo por la pérdida, solo se resignan a recibir los restos de su ser amado hechos cenizas y entonces deben decidir qué hacer con ellas.
¿Qué hacer con las cenizas?
La mayoría de los psiquiatras y psicólogos expertos recomiendan a los deudos de un familiar fallecido que se deshagan lo antes posible de los restos. Es esta una decisión que, incluso es mejor haber pensado con anterioridad al fallecimiento.
Esto se debe a que, cuando la muerte se presenta, los hechos comienzan a sucederse muy vertiginosamente, de una forma muy rápida y los familiares quienes están tomando en sus manos los últimos vestigios del ser a quien tanto amaron, quizás, se vean inmersos en la negación.
Esta fase de negación del duelo dificulta aún más el momento y la toma de decisiones, ocasionando al entorno más cercano del difunto muchas posibles situaciones y episodios cargados de mucha ansiedad y estrés.
Sin embargo, existen una serie de opciones para saber dónde y cómo depositar las cenizas del difunto.
El cementerio
El cementerio o camposanto es, hasta el momento, el lugar preferido para esparcir o bien sepultar las cenizas de un familiar que ha fallecido. Enterrarlas en un cementerio es, también, la más tradicional.
Tanto el procedimiento y el trámite es similar al que se realiza con un cuerpo inerte, la diferencia estriba en que, en el caso de una incineración, esta se lleva a cabo con las cenizas.
Los columbarios
Los columbarios no son sino una serie de nichos construidos específicamente para depositar los cenicientos restos de un fallecido incinerado. Estas se colocan al interior de lo que se conoce con el nombre de urnas cinerarias.
El incremento sustancial de la demanda de cremaciones se encuentra en expansión. Ahora bien, estos columbarios no tienen por qué encontrarse ubicados en los predios de un cementerio, aunque, también los hay.
Por el contrario, se están comenzando a construir columbarios en lugares tales como floridos y espaciosos jardines, sitios de ensueño cercanos al mar o a la montaña, con tal atender a todos y cada uno de los requerimientos y deseos de despedida de familiares y fallecidos.
Esparcimiento de las cenizas en espacios abiertos
Desde que el mundo es mundo hasta la actualidad, muchas culturas y religiones contemplan a este rito funerario del esparcimiento de las cenizas de la persona fallecida, tal y como se ha dicho previamente, en lugares naturales tales como la playa o la montaña.
Sin embargo, también es probable que muchas familias prefieran hacerlo en lugares especiales o con mucho valor y significado para ellos, tales como pueden ser una cancha de fútbol, la casa de infancia donde el fallecido vio la luz del día por primera vez, un parque especial o un río.
También, hay familiares y deudos quienes optan por mantenerlas resguardadas en su domicilio, o bien en la propia casa del difunto. Se han visto casos de gente que integra las cenizas a joyas, anillos, collares, e incluso, los más creativos y originales, llegan a encargar pintar un cuadro al óleo mezclado con los restos cenicientos.
Finalmente, estas tres alternativas que dan respuestas a la pregunta sobre qué hacer con las cenizas de un ser querido son, a día de hoy, las más demandadas y están incluidas entre las coberturas principales de los seguros de decesos, lo que suaviza mucho el trámite, evitando mayores sufrimientos y facilitando el duelo.
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